Memorias de una diva. La soprano argentina que hechizó a Europa y murió en el anonimatoPor María Eugenia Maurello
“Mi sangre es irlandesa, mi corazón es argentino, mi alma es germana”, pronunció Margarita Kenny. Y así, en la unión anatómica de esos puntos geográficos, se dio el devenir afectivo y profesional que transitó desde su Venado Tuerto natal, pasando por Buenos Aires y Nueva York hasta que finalmente logró conquistar Viena.